Rosalie llego al lago con la esperanza que estuviera allí Lady o alguna presa.
Su vida se debilitaba siempre que estaba en el Reino de la Luz,
necesitaba sangre, urgentemente, o podria ocurrirle algo muy grave...
Allí estaba, una muchacha de piel blanca en la cual se traspasaban todas las venas, cada palpitar se oia desde su posición.
Se avalanzó sobre ella, mordiendole en el cuello, saciando su sed y matandola antes que aquella muchacha pudiera gritar.
-Mmm.. ahora sí, ningun muchachito va a decirme lo que tengo que hacer!-se relamió.
(u.u mentalmente)
-Hija mia, sabia que no podrias estar mucho tiempo sin comer.
-No, soy tu hija!
-Sí, Thris si lo eres.
-No, dejame.
-Hija, vuelve, te necesito, aquí estaras mejor, y encima gobernarias todo y encabezarias la guerra!
-Papá, mira... NO pienso volver.
Tu le das poder a tus criaturas, para que yo se los quite.
-Seras insolente.
Rose recibio un golpe en la cara que le hizo sangrar la boca, pero alli no habia nadie.
-Vete a la m.erda.
Escupio la sangre al suelo y se fue.