Taberna Musical

Taberna lujosa y llena de luz, donde siempre hay un grupo de musicos tocando dulce música clasica.
[..]

Nana entró en la taberna, con paso firme y decidió, el cigarrillo en dos dedos de la mano y la guitarra prendida de su espalda, decoraban su esbelto cuerpo. La chaqueta de cuero, el collar de pinchos, la camiseta rota que dejaba ver el tatuaje de su brazo, la falda corta, las medias desgarradas y las botas de cuero y plataforma le daba un aspecto fuerte, como era ella. Nana se paro en la puerta, miro la taberna con curiosidad, una orquesta tocaba una melodía suave, sin pedir nada en la barra se dirigió a el escenario, subió el, todo el mundo la miraba pero le daba igual, esa taberna necesitaba un poco de ambiente, sacó la guitarra, se acerco al micrófono y habló – Es hora de dar marcha a esta fiesta- y con decisión empezó a tocar la guitarra y a cantar, pero aun faltaba la batería, aun así cantó.

Misa estaba sentada en una mesa alejada, comiendo un helado extra con sirope de fresa, se quedo empanada viendo aquella muchacha. Se levanto con sigilo. Su vestido de Gothic Lolita desntonaba con el lugar, pero a ella no le importaba. Camino hasta el escenario, la canción que esa muchacha estaba tocando sabia. Subió al escenario de un salto y se sento en una bateria vieja y llena da polvo. Esperó el momento para entrar y se puso a tocar con aquella muchacha.
Los presentes allí, las miraban con cara rara, ellos preferian la música clásica.

Nana sonrió, gente de fuera empezaban a entrar en la taberna, algunos que se habían escondido ya les daba igual, se levantaron y se acercaron al escenario, a mitad de canción aquello estaba lleno, la gente saltaba, aplaudía gritaba, parecía un concierto profesional, pero la verdad era que las dos chicas ni se conocían, la canción termino y la voz de Nana se perdió entre los gritos de la gente, todos aplaudieron, sin importarle nada Nana guardo la guitarra, bajo del escenario y salió de la taberna

Misa se levanta, cogiendo las baquetas y se sienta en su mesa, esquivando las miradas de curiosidad.
Se come lentamente su helado, repelando hasta el último rastro, con un movimiento de la cabeza llamó al camarero.
-¿Tienen manzanas?, traigame dos.- el camarero asiente y vuelve rápidamente con dos manzanas.
Misa lanza una al aire y "desparece" para la gente normal, pero realmente se la ha comido Rem.
-Despacio, Rem. ¿Sabrosas?- lanza la segunda que también desaparece.

Misa deja unas monedas sobre la mesa y se levanta, cogiendo las baquetas y sacudiendose el pelo sale de allí.

-¿Dónde vamos Rem?-

Nana la esperaba a la salida, apollada en la pared con la guitarra reposando a su lado, tenia un aspecto despreocupado y fumaba un cigarrillo -Gracias- Dijo lo suficientemente alto como para que aquella chica la escuchara, no alzo la mirada

- No lo hice por tí, tú canción sonaba demasiado sosa, quise ponerle algo de mi mágia- lanza las baquetas al aire y las coge elegantemente, sin girarse si quiera para mirarla.

-Quizá nos veamos... por ahí-Se gira y la mira - Nos veremos, Nana Osaki- Se gira y empieza a caminar para irse de allí.

La muchacha rio con risa amarga -Pues vale...- No se sorprendio al ver que la niña sabia su nombre, pocas cosas habian que la sorprendiera, se puso recta cogio la guitarra y aun con el cigarrillo en los labrio andó hacia el pueblo.